China expresó su "profundo pesar" tras la decisión de Panamá de abandonar la Iniciativa de la Franja y la Ruta, mejor conocida como la nueva ruta de la seda, un ambicioso plan de infraestructura implementado desde hace más de una década. En respuesta a esta acción, el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Lin Jian, manifestó en una declaración que su nación continúa "oponiéndose firmemente a la presión y coerción ejercida por Estados Unidos para socavar la cooperación", refiriéndose a la influencia de Washington que llevó a Panamá a no renovar el memorando de entendimiento vinculado al megaproyecto.