MADRID 16 Sep. (EUROPA PRESS) -
Entrar en un probador y encontrarse con un botón azul integrado en un espejo puede generar más dudas que certezas. ¿Se trata de una alarma de seguridad? ¿Sirve para llamar al personal de tienda? ¿Es decorativo? Lo cierto es que su función es mucho más sencilla y, a la vez, muy útil: está pensada para resolver uno de los problemas más comunes a los que se enfrentan los clientes cuando se prueban ropa.
La creadora de contenido sevillana Natalia Gones lo mostraba el pasado mes de mayo en un vídeo publicado en su perfil de TikTok, donde explicaba sorprendida para qué sirve realmente este sistema.
Según explicaba Gones, este sistema forma parte de una renovación de los probadores de Mango, que cuenta con gran espejo principal acompañado de otro lateral para ofrecer distintas perspectivas. A ello se suma un espacio más amplio, con un banquito para dejar las pertenencias, todo pensado para que el cliente pueda probarse la ropa de manera más cómoda y favorecedora.
Pero lo que más sorprendió a Gones fue el botón azul integrado en el espejo principal, un control que permite ajustar la iluminación del probador. Con él es posible aumentar o reducir la intensidad de la luz y comprobar cómo cambia la prenda en función de la claridad elegida, evitando que una mala iluminación arruine la experiencia de compra.
LA IMPORTANCIA DE LA LUZ EN LOS PROBADORES
En su vídeo, Natalia confesaba que muchas veces no le había gustado cómo le quedaba una prenda por culpa de la iluminación del probador, demasiado dura o proyectada desde ángulos poco favorecedores. Con este sistema, en cambio, el cliente puede ajustar la luz a su gusto y verse con más realismo, evitando que un mal foco arruine la decisión de compra.
La iluminación es uno de los factores que más influyen en cómo nos percibimos frente al espejo. Una luz demasiado fría puede acentuar imperfecciones y dar un aspecto apagado, mientras que una luz cálida y uniforme tiende a favorecer los tonos de la piel y realzar los colores de las prendas.
De hecho, expertos en retail señalan que muchos rechazos en la compra no tienen que ver con la prenda en sí, sino con la imagen que devuelve el probador. Por eso, cada vez más cadenas apuestan por sistemas de iluminación regulable que permitan al cliente verse en condiciones más realistas y cómodas, mejorando así la experiencia de compra.