November 6, 2025, Washington, District Of Columbia, USA: United States President Donald J Trump in the Oval Office of the White House in Washington, DC, US, on Thursday, Nov. 6, 2025. Eli Lilly & Co. and Novo Nordisk A/S secured deals with the Trump admin - Europa Press/Contacto/Aaron Schwartz - Pool via CN
MADRID 8 Nov. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha asegurado que el país norteamericano no contará con presencia institucional en la próxima cumbre del G20, que tendrá lugar en Sudáfrica el 22 y 23 de noviembre, mientras continúen los "abusos" contra los granjeros blancos en este país --los afrikáners--, en el marco de la aplicación de una ley adoptada para resolver la distribución de tierras durante la época del Apartheid.
"Es una vergüenza total que la cumbre del G20 se celebre en Sudáfrica. Los afrikáners --descendientes de colonos holandeses, así como de inmigrantes franceses y alemanes-- están siendo asesinados y masacrados, y sus tierras y granjas están siendo confiscadas ilegalmente. Ningún funcionario del gobierno estadounidense asistirá mientras continúen estos abusos contra los derechos humanos", ha sostenido el mandatario estadounidense en un mensaje en su cuenta de Truth Social.
El inquilino de la Casa Blanca ya descartó al principio de la legislatura su propia presencia en la reunión; sin embargo, abrió la puerta a que el vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, acudiera en representación del Gobierno estadounidense.
Trump ha criticado de manera recurrente al Gobierno sudafricano durante los últimos meses, llegando a calificar de "genocidio" la situación de los afrikáners debido a la política de confiscación de tierras.
Estados Unidos canceló las ayudas al país africano en febrero y ha fomentado una política preferencial para la acogida de refugiados sudafricanos mientras ha limitado la entrada general de personas bajo este estatus.
Durante el régimen racista del 'apartheid' (1948-1991), los sudafricanos negros fueron despojados por la fuerza de sus tierras, que fueron entregadas a la minoría blanca que, tres décadas después, continúa poseyendo más del 90 por ciento de la propiedad de la tierra pese a representar el 20 por ciento de la población.