Publicado 02/06/2025 03:45

Desconecta.- Estas letras están prohibidas en las matrículas españolas (y no solo son vocales): este es el motivo

Estas letras están prohibidas en las matrículas españolas (y no solo son vocales): este es el motivo
Estas letras están prohibidas en las matrículas españolas (y no solo son vocales): este es el motivo - UNSPLASH

MADRID 2 Jun. (EUROPA PRESS) -

Si alguna vez te has fijado en la matrícula de un coche, es probable que hayas notado que algunas letras nunca aparecen. No es casualidad. Desde hace más de dos décadas, España aplica un sistema que excluye de forma deliberada ciertas letras del alfabeto -y no solo las vocales- para evitar confusiones, malos entendidos o combinaciones desafortunadas.

Pero no siempre fue así. Hasta el año 2000, las matrículas españolas incluían al principio un código provincial -como M para Madrid o B para Barcelona- seguido de una secuencia numérica, y más adelante, también de letras. Por ejemplo, durante décadas, vehículos como un Seat 131 Supermirafiori de Oviedo podían circular con matrículas del estilo O-0000-O, donde la "O" identificaba a la provincia de origen. Aquel sistema se mantuvo, con variaciones, desde 1900 hasta la entrada en vigor del actual modelo europeo.

Con el objetivo de unificar criterios con la Unión Europea y evitar la rápida saturación del sistema anterior, España adoptó un modelo alfanumérico que no asigna ningún significado concreto a los códigos de las matrículas.

ASÍ FUNCIONA EL SISTEMA ACTUAL

Desde septiembre del año 2000, las matrículas españolas están compuestas por cuatro números seguidos de tres letras, precedidos por la banda azul de la Unión Europea con la letra "E" de España. Este código no indica lugar de procedencia, pero permite identificar al vehículo de forma única dentro del registro nacional.

Los números van desde el 0000 al 9999, lo que proporciona 10.000 combinaciones posibles por cada grupo de letras. Gracias a ello, el sistema tiene una capacidad prevista de unos 80 millones de matrículas, por lo que no se espera que se agote antes de 40 años, tal y como se recoge en un artículo de la revista Tráfico y Seguridad Vial de la Dirección General de Tráfico (DGT).

¿POR QUÉ HAY LETRAS PROHIBIDAS?

Aunque a simple vista pueda parecer una sucesión aleatoria, las letras en las matrículas siguen una lógica clara. El sistema comienza con BBB y termina con ZZZ, pero excluye varias letras y combinaciones para evitar equívocos y palabras inapropiadas.

Estas son las nueve letras que no se utilizan:

A, E, I, O y U: se omiten todas las vocales para impedir la formación de palabras o nombres propios reconocibles, como ANA, EVA o PIS.

CH y LL: estas combinaciones se consideran dígrafos en español y no letras individuales, por lo que quedan fuera del sistema.

Ñ: podría confundirse con la letra N, especialmente en contextos internacionales.

Q: su forma se parece demasiado a la O y al número 0, lo que puede generar confusiones visuales.

Así, las letras que sí se utilizan son las consonantes simples, comenzando por la B y terminando en la Z, siempre evitando posibles combinaciones malsonantes o significativas.

¿QUÉ PUEDE SABERSE A PARTIR DE UNA MATRÍCULA?

Aunque los códigos actuales no reflejan datos geográficos, la antigüedad del vehículo sí puede estimarse por la combinación de números y letras asignada. La DGT publica tablas orientativas para saber a qué año corresponde una matrícula concreta, algo útil para calcular la depreciación de un coche o comprobar si un vehículo de segunda mano tiene la edad que se dice.

Además, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado pueden, a través de la matrícula, acceder al nombre del propietario, el estado de la ITV, si el vehículo cuenta con seguro obligatorio o si arrastra multas impagadas.

EN OTROS PAÍSES, LAS MATRÍCULAS SE PUEDEN PERSONALIZAR (SI PAGAS)

A diferencia de España, donde la matrícula es asignada por la DGT, en países como Reino Unido o Estados Unidos es posible elegir la combinación de letras y números, siempre que esté disponible y se esté dispuesto a pagar.

Algunos ejemplos de matrículas extremadamente caras incluyen:

'M1': pagada por Mike McCoomb por 373.000 euros en 2006, como regalo para su hijo.

'F1': adquirida en Reino Unido por Afzal Khan por unos 498.000 euros, actualmente en un Mercedes McLaren.

'5': en Emiratos Árabes Unidos, se pagaron más de 4 millones de euros por esta matrícula.

'1': el récord lo ostenta la matrícula "1", vendida en 2008 por más de 8 millones de euros.

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