BRUSELAS 14 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Unión Europea ha criticado este viernes la "difícil" situación en Cisjordania con el aumento de la violencia de los colonos y la aceleración de los planes de asentamiento y desplazamiento forzoso, urgiendo a Israel a tomar medidas para reducir las tensiones y frenar las maniobras de los colonos que provocan la expulsión de las poblaciones palestinas.
"Hacemos un llamamiento a Israel para que tome medidas concretas para prevenir la violencia de los colonos contra los palestinos y garantice que los perpetradores de estos crímenes rindan cuentas. En la difícil situación actual, todos los esfuerzos deberían dirigirse realmente a reducir las tensiones", ha asegurado el portavoz de Exteriores de la UE, Anouar El Anouni, en rueda de prensa desde la capital comunitaria.
El Anouni ha criticado las maniobras de colonos judíos en Cisjordania destinadas a la anexión de la zona y ha afirmado que "deben parar" la construcción de asentamientos, las demoliciones, los traslados forzosos, los desalojos y las confiscaciones de viviendas palestinas.
Así ha recordado los planes europeos para aumentar las sanciones contra elementos extremistas que ponen en riesgo la solución de dos Estados, aunque las nuevas rondas de sanciones contra colonos se encuentran bloqueadas por la falta de unanimidad entre Estados miembros.
Según ha señalado el portavoz europeo, estos trabajos se encuentran en el seno del Consejo y van en paralelo con la imposición de nuevas medidas restrictivas contra individuos relacionados con el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
Este mismo viernes, el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas ha alertado de que Israel ha incrementado el ritmo de su proceso de anexión ilegal de Cisjordania con un aumento sensible de los actos violentos contra la población palestina, las demoliciones de sus viviendas, las restricciones de movimiento, la expansión de sus asentamientos o el desplazamiento forzoso.
La ONU ha señalado que los 260 ataques de colonos israelíes registrados en octubre --la mayoría para impedir la cosecha de aceituna, uno de los principales sustentos de la población y la economía palestinas-- es un registro sin precedentes.